LA OBSESION

Decididamente, un tipo así es difícil que pueda ser  feliz. Tiene mucho dinero(es el entrenador mejor pagado del mundo) pero la envidia se lo impide. Su forma de pensar  le dificulta el poder disfrutar de las cosas buenas que tiene a su alrededor, y solo se fija en lo malo. Y aparentemente  tiene unas manías persecutorias que dan la sensación de  ir  a más.

 Cuando con el Inter gano el famoso triplete y meses después fichó por el Real Madrid, fue nombrado mejor entrenador del mundo del año 2010, y no fue debido a ningún otro argumento que al deportivo. Había ganado Liga y Copa italianas, y le puso la guinda con la victoria en el que iba a ser su estadio con el Inter. Y nos gustara mas o menos su futbol, la triple corona le hacia merecedor del premio al mejor entrenador. Ya era portugues, ya estaban en la FIFA los mismos que ahora(Blatter que dice ser madridista, por cierto),y  ya votaban los mismos que ahora, entrenadores, jugadores y prensa.

    En Enero de 2012 se entregaron los premios del año anterior, año en el que Pep Guardiola y el Barça habían logrado liga, Champions, Mundialito y las supercopas de Europa y España. Por ese palmarés fue por lo que le gano a Mourinho (obteniendo Pep un 42% de los votos, frente al 12,5% de Mou) que gano simplemente la copa de Undiano Mallenco. No se lo dieron a Pep por ser Mou  portugués, ni por ser Pep catalán, ni por ninguna de las razones paranoicas que adujo el luso para no ir a la gala. Fue simplemente envidia, rabia y la tristeza que le acompaña en casi todas sus acciones. Sobre todo cuando un enemigo(Mou no tiene rivales, solo enemigos que se alían contra él, sean entrenadores, árbitros, periodistas, o vendedores de perritos calientes, todos están confabulados para evitar sus victorias) le vence en el terreno de juego.

  Al año siguiente, Mou ganó la liga de los penaltis, la liga de los “vaya mano”, la liga en la que Pepe campo a sus anchas pisando. Una liga que podríamos llamar la del “Pepe, mátalos” que en coreografía blanca cantaba gran parte del estadio mientras  Mou dirigía la orquesta y Karanka movía la cabeza de arriba a abajo emitiendo sonidos guturales.
  Pero ese mismo año Vicente del Bosque ganó con su selección, que es la nuestra, el campeonato del Mundo de futbol. En ese 2012, el seleccionador español nos llevó de nuevo a lo más alto, y ese triunfo pesó en el ánimo de los que votaban mucho más que el titulo de liga(sin más, una liga, sin copa, sin champions, sin nada más) basada en el famoso correr y (sobre todo) robar.

     Y como sabía que iba a ser el salmantino el ganador, primero se inventó una ineludible cita para preparar una eliminatoria con el Celta, y luego acabó dándole la tarde libre a los suyos para irse a ver entrenar a su hijo pequeño en el Canillas.

     Ahora reconoce que lo del Celta no era más que una excusa. Ahora dice que lo que le hizo quedarse a ver a su hijo jugar con los alevines de su club fue que “uno, dos o tres, no lo recuerdo” de sus amigos le dijeron que le habían votado y que después comprobó que sus votos no aparecían. Vamos, que para justificar una mentira inventa otra. Porque los votos no aparecieron en la web hasta después de la entrega de los premios, y Mou afirmo que no iría varios días antes. 
 Ridícula excusa que no hace mas que remover la porquería, sobre todo teniendo en cuenta que no ganó en ninguna de las votaciones. Los jugadores dieron un empate técnico, los entrenadores votaron justamente el doble a Del Bosque, y la prensa aun decantó mas las diferencias puesto que por cada dos votos de Mou, Del Bosque obtuvo cinco. Vamos, que no se trataba de que uno, dos o tres amigos se equivocaran, que fue algo mas generalizado, lo que deportivamente llamaríamos “un chorreo”.

     Mou es el típico adulto que de niño si lograba una buena nota se sentía feliz por el reconocimiento, pero si suspendía era porque le tenían manía los profesores, que sigue viendo persecuciones a su alrededor, que cree que las cosas pasan en el mundo para perjudicarle a él.

   El típico adulto que nunca reconoce sus errores y que jamás ve el merito en el adversario. Que es incapaz de admitir que alguien pueda ser mejor y que justifica cada desastre en conspiraciones y que por mucho que le ayuden, siempre necesita más.Y que le ayuden no hace sino reafirmar que tenia razón.

     Un pésimo compañero, insultador profesional que vende una mercancía, siempre la misma, y que aun consigue incautos que, con tal de ganar alguna cosa, son capaces de poner en sus manos un club y convertirlo en un lodazal. Que venden su alma como Fausto y que por unos triunfos(que podrian conseguir de otra manera con esos presupuestos) acaban en manos de alguien como Mou.

     Enrique González Duro, un conocido psiquiatra dice que los individuos muy narcisistas expuestos a serias frustraciones suelen desarrollar manías persecutorias, conspiraciones contra él, y que son rígidos e incorregibles en sus pensamientos. Que no tienen en cuenta las razones contrarias y solo las experiencias que le confirman su persecución.

     Vamos, que si te pitan 25 penaltis a favor(el doble que a tu rival) y ninguno en contra(y a tu rival, pongamos 8) sigues viendo la conspiración en las tarjetas, en el clima, o en que debieron haber pitado 50 y no 25.

     Y si al rival le dan el doble de votos que a ti, necesitas que uno te diga(siendo verdad o no) que no pudo votarte para que te reafirmes en tu planteamiento histérico.

Y el Real Madrid esta en manos de este hombre.