14 de diciembre de 2016

LA PELOTITA DE ORO


Editorial escrito ayer para "El Penalti" en Radio Marca Barcelona
                 


Ayer se celebró el sorteo de octavos de final de la Champions, y nuevamente al Real Madrid le tocó un rival mucho más asequible que al FCBarcelona, pero eso ya ha dejado de ser noticia, y no debe llevarnos a pensar en bolas frías y calientes.

Ciertamente, la suerte tan reiterada hace dudar del propio sorteo, y sería interesante que de cara a evitar suspicacias, las bolas se extrajeran de unos bombos, y con esa petición  el club azulgrana debería unirse a otros clubes exigiendo limpieza y claridad.
 
Por la tarde a Cristiano le entregaron(utilizar el verbo ganar sería incorrecto) su cuarto balon de Oro.

Los 173 periodistas con derecho a voto(el nuestro es Relaño) se decantaron por el portugués ganador con su club  de una Champions, en la final de la cual marcó un penalti de la tanda, y la Eurocopa con su país, en la que jugó poco y marcó menos, pero el marketing blanco volvió a ganarle la partida al propio futbol.
 
Y se entiende. En muchos de esos países(algunos difíciles de situar en un mapa mundi) tan solo reciben las noticias que se generan desde España, y hay que reconocer que en eso, el Real Madrid y Florentino nos llevan muchos cuerpos de ventaja.
Mañana mismo el propio presidente blanco dará por inaugurada la campaña para el balón de Oro 2017, mientras aqui, en el Barça, seguiremos confiando en que los votantes decidan con honradez y elijan al mejor tan solo por los méritos en el terreno de juego.
Y así nos va. Messi de blanco llevaría 9 consecutivos, y solo tiene 5.

Los resultados de las votaciones y del orden final(no olvidemos que Iniesta no ha obtenido ni un solo punto) lo ha resumido Lewandosky en twitter con solo 3 emoticonos.

Y es que a veces, 3 carcajadas valen mas que mil palabras



11 de diciembre de 2016

VOLVER A SOÑAR


     Ha vuelto Iniesta, y ha reaparecido el mejor Messi. Y Busquets, como por un encantamiento, ha vuelto a ser el Busquets de siempre, el mejor mediocentro del mundo.

     Y no es casualidad. Cuando el manchego aparece, se ilumina el equipo, la magia aparece de nuevo y de no ser por los tremendos errores  y el excesivo barroquismo arriba, en Pamplona se hubiera batido un record de goles desde que la dictadura murió en un lecho de El Pardo.

     Todos los empates consecutivos, incluso el enésimo milagro de Ramos en los descuentos(hay quien piensa que con partidos de 89 minutos el Madrid estaría luchando por la Europa League) la desventaja de seis puntos ya no parece imposible de superar. Se ha recuperado el optimismo.

     Y por recuperar, incluso conozco gente que ha recuperado una pequeña dosis de alegria(mal de muchos...) por las noticias publicadas en El Mundo sobre las presuntas irregularidades de Cristiano y la mitad de la denominada cuadra Mendes, incluyendo al propio Mourinho al que pillaron, pero que, como no podia ser de otra manera, lo arreglaron con una pequeña multa y un acuerdo económico que en el caso de Messi fue imposible.

     Tal vez porque desde el palco mas famoso del mundo, nadie pensó que el portugués fuera un capo peligroso, y sin embargo Leo, se lo parecía a casi todos. O al menos a quien tenía que juzgarlo.

    Pero volviendo al futbol, mañana nuevo sorteo de los octavos de final de la Champions League.

     No esperamos nada diferente a lo de siempre. Las bolas ya deben de estar en sus respectivas neveras, esperando la "mano inocente" que las empareje. Siempre con la duda de si este año se piden el Leicester o prefieren al Mónaco, dado que los italianos no se les dan bien.

     Y de cara a las fiestas que nos vienen, al parón de la liga, al trofeo Toyota, que de nuevo se convierte en el Mundial de Clubes, y a los reyes magos que le van a traer a Cristiano un nuevo balon de Oro.

     Y es que yo dejé de creer en los reyes magos cuando me enteré de que los regalos que traian los habia pagado  alguien previamente.

     Y por ese mismo motivo hace tiempo que dejé de creer en los balones de oro.

      Que para Florentino, Cristiano es como un hijo. Y no le puede negar ningun capricho.