12 de octubre de 2018

LA LIBRETA DE VALVERDE



                       
Empate y gracias. En Valencia volvió el equipo de la liga. Eran los mismos que ante el Tottenham, pero volvieron al estilo, a jugar andando, a un rosario de pases, casi 1000, de los que  solo un par llevaron peligro.

Volvió  lo peor de aquel gili taka, sin la menor profundidad, y haciendo del bostezo una costumbre, y de esta costumbre la triste realidad.

Y de nuevo, salieron dormidos, y encajaron un gol en la primera jugada. , Luego Messi despertó y decidió jugar un rato, apenas un cuarto de hora hasta empatar, y a partir del empate, a descansar, como si el resultado les pareciera extraordinario.


Y andando, porque cuando Messi se pasea los demás le acompañan en la excursión, y desde el banquillo encefalograma plano. Ni una sola idea, ni una sola modificación, ni un solo cambio hasta el 82.

Mala pinta tiene este Barça que parece cansado, y sin razón, que tiene en el banquillo a gente que se va desmotivando, con ganas de correr, de pelear, de luchar por los balones y ven, desesperados, que siempre juegan los mismos, corran o no, anden o paseen, que a algunos les sobran las botas y les falta una sombrilla y un poco de crema para que el sol no les afecte.

Y habrá quien podrá decir que aun asi, vamos por delante de los dos grandes rivales, y que ganando en la próxima jornada al Sevilla recuperaremos el liderato, pero lo que parece que no vayamos a recuperar nunca es la ilusión, y con el calendario que hemos tenido, lo normal sería sacarle 7 puntos al siguiente.

Ha vuelto el  equipo ramplón, falto de ideas, que en el banquillo parece no tener a nadie, y cuyo  entrenador asiste  como un zombie  al triste espectáculo sin tener soluciones, porque cuando consulta su libreta, se encuentra una hoja en blanco.

Son ya  demasiados los  equipos que conocen como romper el triste tiki taka, muchos los que saben que el Barça es como un Aquiles, del que todos conocen su punto flaco.

Y lo que es peor, parece  llevar en su talón una diana fluorescente.