28 de abril de 2014

GANAR SUFRIENDO. JUGAR LLORANDO

   

     Ayer, los jugadores del Barça, y en particular gente como Busquets, Xavi, Cesc y Messi, que han vivido los inicios de Tito en los banquillos del cadete, tuvieron que jugar, tuvieron que cumplir con su trabajo y lo tuvieron que hacer con lágrimas en los ojos.

     Y lo hicieron. Derrumbados, inundados de llanto por dentro, destrozados y sin ánimos, salieron al terreno de El Madrigal a despedirse, a luchar por él, a demostrar su profesionalidad a pesar del dolor, a pesar del desánimo.

     48 horas antes se habían tenido que despedir de alguien que parecía destinado a completar una etapa maravillosa de fútbol alegre, que parecía el elegido para llevar al Barça a lo más alto, a mantener la excelencia que Pep y él mismo habían logrado.

     Un hombre bueno, un hombre callado y prudente al que muchos envidiamos cuando llegó a lo más alto, cuando parecía que había llegado para quedarse, cuando parecía que la cantera culé no sólo iba a darnos jugadores increíbles, sino también entrenadores ya adaptados al sistema y preparados de origen para triunfar con nuestro estilo.

     Tuvieron que hacer de tripas corazón, comerse las lágrimas(esas que salen del corazón y muchas veces no llegan a los ojos), y como en la novela de Dulce Chacón "llorar pá dentro". La mirada casi fija en el suelo, los ojos un tanto perdidos, y la cabeza pensando en lo que pudo ser y en lo injusta que es la vida.

     Fueron capaces de ganar sufriendo, de seguir luchando hasta el final pese al 2-0( ayer tenían la coartada y casi nadie iba a censurar en exceso la derrota) y tuvieron que jugar llorando.

     Y así, llorando, tras 48 horas de mucho dolor, rindieron un homenaje al que tantas cosas les había enseñado, al que  tantos admiraban por su saber estar,por su capacidad de análisis, por sus lecturas
 de los partidos, y en el aspecto humano por su fuerza, por su garra, por su lucha defendiendo una vida que se escapaba minuto a minuto.

     Todos somos muy queridos en nuestro funeral, pero a Tito le quisieron antes y le querrán después, por eso, aunque a nadie le apetecia vestirse de corto y salir a un terreno de juego(a alguien se le deberia haber ocurrido la idea de aplazarlo), lo hicieron.

     Ayer sus jugadores quisieron gritar y ser capaces  de ganar con el sufrimiento por bandera, sin ganas de correr pero corriendo, sin ganas de jugar pero jugando y sin ganas de reir, solo llorando.

     Si existe ese más allá con el que nos consuelan los que lo tienen todo para que aceptemos nuestro papel en este mundo, Tito lo habrá visto desde allí y habrá sonreído orgulloso.

     Los que estamos aquí, seguiremos llorando al recordarlo.

 

   

21 de abril de 2014

MESSI NO SE TOCA


     Seguimos vivos en la liga, aunque sea de casualidad. Ayer parecía que entregábamos la cuchara y nos rendíamos definitivamente en la única competición que nos queda.

     Desde mi sofá veía el partido con cierta expectación. Alguien me había dicho que en el minuto 10 iban a gritar "Messi" aplaudiendo al argentino y que a partir del 11 habría abucheos al palco y a la directiva en pleno.

     Puede que la fecha no fuera la idónea, y que con  apenas media entrada (y entre ellos muchos turistas con pase de socio) no tengamos demasiados elementos para valorar ni los gestos de cariño al argentino ni los de repulsa al palco, pero yo apenas escuché los primeros, y no se oyeron en absoluto los segundos.

     En el campo un equipo voluntarioso, que ayer no supo, no quiso o no le dejaron imponer su estilo, permitiendo que el balón volara de campo a campo, mientras Messi, Xavi o Iniesta entraban en juego menos de lo deseado, casi con torticolis de tanto mirar al cielo.

     Aun así pudo haber goleada si los delanteros están más acertados. Goles cantados, solos ante el portero, remates desde dentro del área que parecían imposibles de fallar, y de repente el gol vasco.

     La garra de unos, la lucha de otros, el esfuerzo de la mayoría y un pelín de la suerte que nos había sido esquiva durante tres cuartas partes del partido nos dieron los dos goles y la victoria, no sin antes ver a Mascherano jugarse la cara para evitar el empate.

     Al final, poca historia, apenas unos gritos y algún susurro. Pero si hubo aplausos fueron para Messi, a quien la gente no quiere ver fuera del club, tal vez conscientes de que los 200 millones que llegaran, acabarían dilapidados en jugadores poco necesarios y en ningún caso tan trascendentales como Leo.

     Ayer Leo, sin estar bien del todo, demostró que en torno a él se puede hacer un equipazo, que en la plantilla hay muchos jugadores que han sido desaprovechados esta temporada, entre los que Pedro, como casi siempre, estuvo en el sitio oportuno arreglando la pifia de un Alexis a tope de revoluciones y con ganas de agradar a su afición.


     Leo volvió a estar bien justamente el día en el que Neymar no estuvo en el campo, aunque eso no deja de ser una coincidencia.

     Y la afición, los pocos aficionados que acudieron, dejaron el mismo mensaje que la mayoría.


     Messi no se toca.

     Supongo que Bartomeu y Zubi habrán tomado nota.



PD: El Barça de basket de nuevo en la final four. Y nadie confiaba en ellos al principio. Que haya suerte

17 de abril de 2014

BARQUITO DE PAPEL

     

                                                       Barquito de papel, 
                                                       sin nombre, sin patrón 
                                                       y sin bandera, 
                                                       navegando sin timón 
                                                       donde la corriente quiera. 


     Anoche, al acabar el partido me tuve que acostar. Puse Radio Nacional para no oir nada de fútbol. Estaba demasiado triste para escuchar, demasiado dolido para entender.

      No es que yo esperara otra cosa, de hecho viendo jugar al Barça estas semanas atrás, una derrota mínima podía ser una derrota dulce, pero es que llegué a creer que podíamos ganar.

    Tras el gol de Di Maria(en fuera de juego, pero qué mas da) el Barça, jugando igual de mal que ante el Atleti, peor incluso que en Granada, con tan poca intensidad como en cualquier otro partido, y con un Messi exactamente igual de ausente que en la mayoría de partidos de este año, estaba a punto de ir a la prórroga y se veía al rival herido, agazapado, sin demasiadas fuerzas.

     De nuevo en la banda de Alves se pierde un balón y Bale sale a correr. En la retaguardia sólo estaba Bartra. El resto, en un nuevo acto suicida, estaba en terreno blanco.

     Faltó un empujón, faltó algo de experiencia, faltó tener un portero bajo palos y sobró como de costumbre alegría defensiva, exageración en el ataque, equilibrio en el equipo.

     Como en la canción de Serrat que tarareaba de niño, somos como un barco a la deriva, un barco que eligió de capitán a un incapaz y que desde hace tiempo se desplaza por el mar sin rumbo, sin timón, donde la corriente quiera. Porque a un barco sin rumbo, ningún viento puede ayudarle.

     Un equipo envejecido, incapacitado para el sacrificio, acostumbrado a un juego absurdo, que no desborda nunca, una imitación burda de lo que fue el sistema que Guardiola adaptó consiguiendo el reconocimiento de todo el mundo(exceptuando a la prensa española, más pendiente de las órdenes de arriba con sus rodilleras a cuestas), el llamado mundo civilizado. 

     Un sucedáneo de fútbol que sirve para ganar en España a equipos de segundo nivel, y que necesita de un Messi espléndido si enfrente hay un rival con cara y ojos.

     Pero Messi no está, Messi hace tiempo que se fue. No sabemos si va a volver, si quiere volver, si le apetece volver. Si los que le amargaron la vida desde la directiva piensan quedarse, es más difícil que vuelva. Si éstos deciden, por un momento, ponerse una careta de decencia, disfrazarse de gente honrada y convocar unas elecciones, si viene alguien preparado, alguien que ame al Barça, alguien que se deje la vida por nuestro club, entonces(y solo entonces) cabe la posibilidad de que Messi intente volver, si es que aún es capaz de hacerlo.

     Llevamos dos años sin rumbo, sin más fichajes que los innecesarios, desequilibrando el equipo mes a mes, y escondiendo la enfermedad, ocultando los síntomas con un golazo de Messi o una jugada para levantarnos del asiento, en medio de una nada. Unos minutos de juego espectacular y muchos de inacción y aburrimiento.

     En una semana hemos tirado por la borda el ¿trabajo? de una temporada. Llegamos al tramo final sin defensas centrales, sin portero(ayer Pinto volvió a demostrar que no tiene el nivel necesario para una final de este tipo, aunque sea un tipo muy gracioso en el vestuario), con un centro del campo quemado, sin fuerzas, en el que tan solo Iniesta( y no siempre) parece dar la talla, y arriba Neymar lo intenta pero o es muy torpe de cara al gol o alguien le ha mirado mal, porque no es normal lo que este chico falla delante del portero(o hasta sin él).

     Y Messi, el que nos ha salvado siempre, es una sombra de lo que era. Escorado en banda, en el centro del campo, de repente parece querer hacer un jugadón pero parece sin fuerzas, perdida la explosividad, falto de chispa. Nadie genera espacios, nadie se mueve y el balón va y viene sin que nadie sepa qué hacer con él.

     Un equipo mal entrenado, mal trabajado(o poco que es peor), en franca decadencia.

     Unos jugadores a los que hay que agradecerles lo que nos dieron. Nunca volverán unos tiempos como aquellos, cuando nos dieron a probar la excelencia deportiva, cuando nos hicieron felices, cuando llegamos a creer(sobre todo los más jóvenes) que la vida era esto ,ir de victoria en victoria, de delicia en delicia, de gloria en gloria.

     Como si no hubiera pasado, como si el presente fuera eterno.

    Pep se marchó al llegar esta directiva. Sabía que lo que iba a venir no era bueno. Quiso comprar un billete de ida y vuelta sabiendo que quedarse era esperar a que alguien lo quemara cuando los suyos fueran incapaces de resistir un viaje a ninguna parte.

     Quisieron imitar lo inimitable, como si el mérito de una gran novela fuera de la editorial y no del autor, como si cualquiera pudiera pintar un cuadro simplemente robando las pinturas.

    Ahora se necesita un gran cambio. Un gran cambio que mantenga el estilo pero que no lo convierta en  dogma. Que permita defender si es necesario, darle un empujón a un rival si se escapa solo, que ataque pero defienda, que nade y guarde la ropa.

     Aquel estilo, aquel fútbol, fue maravilloso. Pero cuando no tienes los mimbres, ni el entrenador adecuado, has de adaptarte. 

     Que alguien coja el timón. O nos espera una travesía muy larga.

14 de abril de 2014

PAPA, ¿ POR QUÉ SOMOS AHORA DEL ATLETI?


     Habían estado viendo el partido del Atleti ante el Getafe. Su hijo, Jordi, con apenas 10 años se distraía con su Ipad para niños, y de vez en cuando le preguntaba alguna palabra de un juego infantil y Ricardo le contestaba sin prestar demasiada atención.

     Gritó con el gol de Godín, casi tanto como se enfadó el día anterior ante el fallo de Song y el gol del Granada que enterró sus opciones(aunque no matemáticamente) en la liga, en la misma semana en la que otro fallo defensivo, esta vez en Champions, les había apartado de la máxima competición europea.

     Dio otro salto de alegría con el gol de Costa(primero se puso nervioso tras el fallo en el penalti) y su  rostro fue de preocupación con la aparente lesión del hispano brasileño.

     Al acabar el partido acompañó a Jordi a su dormitorio. Rezó con él (la verdad es que eran los únicos momentos en los que aún rezaba) y el niño, con esa mirada limpia de los niños fijó sus ojos en él y le soltó a bocajarro:
- Papá,¿ por qué ahora somos del Atleti?

     La pregunta le hizo sonreír. Acarició sus cabellos rizados, y le dio un beso sorprendido ante la ocurrencia.

     En ese momento cayó en la cuenta de que su hijo había visto ganar siempre al Barça(o casi siempre), que su hijo había empezado a ver los partidos en Canal Plus en la mejor época culé, cuando lo ganaba casi todo.

     La época de Guardiola, la liga de Tito, las 2 champions casi seguidas.

     La pregunta le dibujó una mueca en el rostro. Al volver al salón su mujer le dio un abrazo y se recostó sobre sus piernas. Se lo contó: ¿sabes lo que me ha preguntado Jordi?

     Y ya que no podía explicarselo a su hijo, se dedicó a pensar en ello.

      Como si hubieran vuelto atrás 30 años en el tiempo, cuando él era un niño. Cuando, hasta la llegada de Cruyff ganaban una liga cada 12 años, cuando se conformaban con ganar alguna Copa del Rey (con las del Generalísimo Ricardo era demasiado pequeño para tener un recuerdo diferente a lo que le había contado su padre) y se limitaban a desear que sus rivales no ganaran.

     Se quedó pensando en cómo habían destrozado esta plantilla. Cómo habían dilapidado la herencia de aquel Barça que arrasaba, que ganaba siempre. Y cómo podían llegar a la fase final de una temporada con un portero de 40 años, una defensa de chiste formada por Busquets y Mascherano, como habían consentido que Messi estuviera como estaba. ¿ Cómo habían permitido que se marchara uno de los mejores jugadores de la plantilla al Bayern?

     En la televisión aparecía el rostro de Zubizarreta. Subió la voz y aún se indignó más.

     Se sentía orgulloso de la planificación deportiva, de no tener delantero centro "porque no lo necesitamos" de no haber fichado ningún central y acababa indicando que los problemas de ahora venían porque Messi "nos había malacostumbrado".

     Apagó la televisión. Tanta tontería junta no era soportable. ¿Malacostumbrados?

     Se preguntó cómo esta directiva había sido capaz de permanecer callada ante los insultos de toda una mafia periodística,  cómo habían dejado que la plantilla se hiciera vieja sin poner remedio, sin traer a nadie que les diera el relevo, cómo habían aceptado que todo dependiera de 15 jugadores y que el resto fueran rellenos sin demasiado nivel para ponérselo complicado a las vacas sagradas.

     Problemas con Messi, problemas con Hacienda, problemas con la FIFA(incluso era posible que no pudieran fichar tampoco esta temporada por errores en el fichaje de jóvenes promesas), problemas con la fiscalía(que envalentonada por el silencio de la directiva apretaba desde los poderes del Estado), y problemas alrededor que no habían sabido evitar.


     Un director técnico inane, al servicio de una directiva más pendiente de las obras faraónicas que del día a día, una plantilla desilusionada y una afición triste, más preocupada  de que el eterno rival no ganara que esperanzada en ganar algo.

     Su mujer le sonreía con esa mirada burlona, que él  tanto conocía, con las cejas arqueadas, como si en realidad el tema apenas le importara. Y dejó caer la pregunta, cargada de ironía:


     -Pero, entonces, ¿nos hacemos del Atleti?

      Ricardo sonrió :      -Sí, del Atleti..... y del Bayern.


   

10 de abril de 2014

MESSI ES SOLO UN SINTOMA.

     Seguro que si analizo el partido jugada a jugada, encuentro alguna en la que el árbitro nos perjudicara. Si me pongo a ello, puede que vea que hay un penalti a Cesc y hasta, hilando un poco más fino, que Villa carga a Jordi Alba en la jugada del gol.

     Pero eso sería ridículo, sería como jugar a los Futboleros o a los Puntos Pelotas en versión culé, y ni siquiera calmaría mi tristeza aunque pudiera llegar a justificar, una vez más, a mi equipo.

     Ayer, el Atleti nos dio un baño, nos pasó por encima, nos dio una lección de estrategia en el banquillo, y lo que es peor, otra lección de compromiso, de esfuerzo y de trabajo, palabras que muchos de los nuestros han olvidado, tal vez pendientes de otras cosas, cansados de ganar, hartos de escuchar que son los mejores del mundo, o hastiados de un fútbol que ya no es lo que era porque los que han de ponerlo en marcha tampoco lo son.

     Ayer, unos corrían con el cuchillo en los dientes, con los ojos inyectados en sangre, y los otros, los nuestros, paseaban, disgustados por si el cesped medía 30 cm o 32, se pasaban el balón como si no fuera con ellos, y en el mejor de los casos, se daban una carrerita al trote para frenar rápidamente, no fueran a llevarse un empujón rival.

     Pinto, que nos salvó en un par de ocasiones, estuvo a punto de darles dos goles a ellos con sus pases y frivolidades, Mascherano demostró que ni es central ni piensa serlo nunca, y que junto a Bartra(que tiene futuro pero necesita tiempo) forman una pareja casi cómica.

     Alves había gastado sus energías en sus tonterias de Twitter, y en el centro del campo todos paseaban, y observaban, casi con sorpresa que los  rivales corrían como si les fuera la vida en ello, que no daban un solo balón por perdido, que sabían dónde y cuándo había que correr, mientras que ellos, ni siquiera sabían que había que hacerlo.

     Dice la UEFA que en cada demarcación, los rojiblancos corrieron más que los nuestros, que, excepto Busquets, el resto parecían meros espectadores del partido, y que Messi, apenas corrió un poco más que Pinto, lo cual resulta patético.

     No sabemos los motivos por los que Messi ayer estaba ausente. Podemos jugar a especular y apostar por motivos económicos, por celos ante la llegada de Neymar, por un enfado puntual, sea con sus compañeros, con el cuadro técnico o con su novia, o recurrir a la excusa de que se está reservando para el Mundial.

     Podemos también darle su parte de mérito a ese planteamiento del Cholo Simeone que lleva 5 partidos consecutivos encerrando a Messi en una "jaula" de la que es incapaz de salir, y enfrente, el tata Martino lleva esos mismo 5 partidos sin encontrar el antídoto.


   Que Messi corra apenas más que Pinto es solo un síntoma que nos da a entender que hay una enfermedad.

     Pero me da que no tenemos ningún médico en la sala.






   
   

   

3 de abril de 2014

CASUALIDADES BIEN PREPARADAS



     Todos sabemos que las casualidades no existen. No hace falta recurrir a la conocida cita, Si algo pasa es porque alguien ha querido que pase. Si una emisora habla de dopaje en el Barça, si se llega a que  alguien que ha luchado por sacarse una licenciatura en periodismo destroce su carrera por insinuar que el Barça se dopa es porque ha asegurado su futuro, y el de sus hijos.

     Si la fiscalíal de este país (o lo que sea esto) acusa al Barça y lleva una querella adelante, y al mismo tiempo, uno de sus miembros,  va a un derbi al palco del Bernabeu es porque sabe que no pasa nada, porque aqui NUNCA pasa nada.

     Si al presidente de la FIFA, al sr. Blatter le apetece que gane el balón de oro uno de los suyos y está harto de la dictadura de un Messi estelar, y se niega a que el argentino (y lo que es peor, culé) reciba un nuevo título de mejor jugador del mundo, cambia las normas y pide a sus amigos que voten a Cristiano Ronaldo, y no pasa nada. Porque en este fútbol NUNCA pasa nada.

     Si a ese mismo presidente (y a los que, elegidos por él, votan en medio de bacanales en las que a los participantes nunca se les pide el d.n.i. por si acaso) le apetece votar por Qatar para hacer un mundial a 44 º a la sombra, no pasa nada.

     Y si a este mismo anciano le apetece seguir llevándoselo crudo de donde sea que cobre(con la palabra cobre te sale robe y te llevas una) se carga al Barça por tratar a los chavales de 14 años de forma diferente a como los tratan los demás, tampoco pasa nada. NUNCA pasa nada.

     Hay quien ficha a un japonés de 9 años y lo hace trayéndose al padre y ofreciéndole un contrato(que puede ser de sexador de pollos, de traductor o sacando el agua de la playa y tirándola a la arena) y todo el mundo en la FIFA se lo cree. Lo más normal del mundo es que un japonés abandone su país y se vaya a España(o a Inglaterra o a Francia) para trabajar en algo absurdo, sin saber hacer la "o" con un canuto.

    Pero lo que no se puede admitir es que un club traiga a un chaval de 12 años, le ponga un tutor, le pague los estudios, le de una carrera, y le enseñe a jugar al fútbol.

     Que le enseñe español y catalán, y hasta inglés, cuide de él hasta la mayoría de edad, le de un permiso de residencia legalmente, le facilite una opción(que posiblemente en su tierra le estaría vedada) de salir adelante.

     No, hijo, no que diría el malogrado Ozores. Hasta ahí podíamos llegar, pensarán los Blatter y los que viven como él de multas y comen y beben hasta parecer obispos del siglo XVI.

     Hacer la vista gorda a que unos clubes fichen a chavales de 9-12 años con trampas, y que si no funcionan los vuelvan a enviar a Africa, a morirse de hambre, pero haciendonos creer(¿a quién, a ellos?) que sus padres han venido porque han tenido una gran oportunidad de trabajar como repartidores de nubes, cobrando 5000 euros al mes, es una cosa,  y otra es hacer que ese chaval 5 años después acabe unos estudios, tenga un permiso de residencia y puedan aspirar a ser algo, aunque el fútbol no les de de comer(que son la mayoría).

   
   Sepulcros blanqueados(en el doble sentido de la palabra) que por fuera parecen querer defender a los niños y por dentro sueñan con que las cosas sigan igual para poder seguir hinchando sus cuentas en Suiza.

     Dicho lo cual, esta directiva, que ha permitido que nos toreen, que se burlen de nosotros, sin levantar nunca la voz, manteniendo un silencio casi cómplice, debe marcharse a la mayor brevedad.

     Ha de dimitir y convocar elecciones, y si quiere, presentarse. Ganarse en las urnas, si pueden, la legitimidad que con su inacción han perdido.

     Necesitamos una directiva fuerte, agresiva, que vaya un paso por delante, que impida que sigan los robos, los insultos, las insinuaciones.

     Una directiva que si un periodista nos acusa de doping, vaya contra él, si puede ser, hasta arruinarle, hasta dejarlo en la calle, pidiendo limosna debajo de un puente y que, cuando sea contratado por quien todos sabemos, tenga que ingresarnos medio sueldo de por vida.

     Que si ve en el palco del rival a quien está litigando contra el club, lo recuse inmediatamente y plantee, en España, en Estrasburgo o donde toque, la escena por si a alguien le queda vergüenza que mostrar.

     Que impida que un madridista saque las bolas de los sorteos, y que si lo tiene que hacer, alguien vigile que no haya trampas.

     Que cuando el rival salga insultando o los bufanderos de turno insinúen villaratos, salga a la palestra, día sí y día también, y que, si es necesario, tome medidas espectaculares, incluyendo que nuestros jugadores se lesionen cada convocatoria con la llamada Roja.

     Y que sepa defender que es mejor cuidar a un niño de 12 años en la Masía que tenerlo en una pensión en la calle , con dos vecinas prostitutas. Que es mejor darle una carrera universitaria a un sueldo en negro, que es mejor ser decente que legal.


     Pero estos no están capacitados para defenderse ni ellos mismos.