23 de enero de 2019

Y LA PRENSA COGIO SU FUSIL


   

     Ahora ya no es una casualidad, ni una rabieta. Lo de estos dias en las emisoras, particularmente en Cope, con Fouto defendiendo la integridad arbitral y el resto, como una jauría atacándole, es una declaración de intenciones.

     Quieren cargarse el VAR desde que Florentino decidió llamar al presidente de la RFEF. Ese día mientras llamaba a Rubiales, puede que llamara a más sitios para que se pusieran en pie de guerra, y para que recordaran quien manda alli.

     No puede ser casualidad que desde aquel día, cada noche, El Partidazo y Tiempo de Juego, y en las otras, mas moderadas, El Transistor o El Larguero, hayan sacado el hacha de guerra contra el VAR.

     Ya no se trata de defender la posible mejora de la herramienta, es que quieren acabar con ella, es que el mismo Fouto en Twitter lo da a entender, que han lanzado una campaña terrible, cruel, exagerada y cuyos fines todos adivinamos.

     En el derbi de la primera vuelta hubo un penalti del Real Madrid que el árbitro no juzgó como tal, y el VAR no entró aunque parecía claro, y en aquellas noches, ni Guasch ni Paco González ni siquiera Lama, despotricaron contra el VAR. Era un error humano, simplemente.

     Hubo varias jugadas dudosas, la expulsión de Lenglet ante el Girona que costó dos puntos, el gol del Leganés que hizo perder al Barça en la ida, pero nadie dijo nada.

     Pero tras lo de Vinicius, están desatados. No dan a basto con las llamadas al móvil, tienen que despreciar la herramienta y sobre todo a los que la ponen en práctica, han de quitarla de en medio, en una nueva versión del famoso "Ni quito ni pongo rey pero ayudo a mi señor" intentando hacer creer que son imparciales, y lo que es peor, que son deportivamente honestos.



A veces me viene a la cabeza  aquel chiste en el que un hombre entra en casa y ve a su mujer en la cama, semi desnuda fumandose un cigarro con un señor al lado, y con cara de ofendido pregunta: ¿Quién es ese, María? y ella le contesta: es el que paga la casa, la comida y hasta el tabaco que nos fumamos, a lo que el marido, con cara de resignación le dice: Tápalo María que se nos resfría.

   
     Aquella llamada de Florentino fue la señal. No quieren VAR, les gustaba todo como estaba, con aquellos balones botando dentro de la porteria del Betis mientras el linier se tapaba la cara por el sol, echan de menos aquellos penaltis estilo Guruceta, metro y medio fuera del area, aquellos goles de Cristiano un metro en fuera de juego, con los que apenas dedicaban 2 minutos a analizar lo que, entonces sí, eran errores humanos.

     No quieren el VAR porque no quieren Justicia, al margen de que ayer el gol de Suárez fuera legal o no, de que la jugada de Vinicius fuera derribo o de que Rulli tocara la pelota, porque lo que subyace es el temor a que esto vaya a más, a que se instaure en toda Europa, en que viene la Champions y no van a poder hacer lo de las tres anteriores, porque a un árbitro lo puedes engañar, pero a cuatro es más difícil, y porque los "errores" de las tres últimas Champions no las volverían a hacer los árbitros porque las revisarían y no serían "errores humanos".

     Y hasta alguno se plantea,y lo dice en serio, no sabemos ni por qué ni por cuanto, que en lugar de árbitros, en la sala del VAR debería haber periodistas o ex jugadores.

    ¿ Y si el VAR lo llevara directamente Florentino?

     Total le pilla cerca

   

   

8 de enero de 2019

EL VAR EMPIEZA A DARLES MIEDO



     La verdad es que el VAR, con alguna excepción como la expulsión de Lenglet en el Camp Nou , o como el penalti señalado a favor del Athletic en el último minuto ante el  Girona, funciona razonablemente bien. Y obviamos por razón de sentido común que en el Leganés Barça el primer gol pepinero es fuera de juego por 1 cm, pero es que eso no lo puede detectar nadie, y esos errores son inevitables.

     Pero, amigo Sancho, con el Madrid hemos topado. Una cosa es que al Girona le señalen un penalti que no es, otra es que al Huesca le anulen un gol legal y otra es que el Real Madrid reclame un penalti y no se lo concedan.

     Y con el no penalti hecho a Vinicius han rescatado a todas las terminales de la Caverna periodística, que ayer reclamaban que el árbitro del VAR debió, al menos, pedirle al colegiado de campo que lo mirara "por si acaso"(sic).

     Una carrera de periodismo, en mi época era muy difícil, y como mínimo, incluso para los que la obtenían copiando, era imprescindible tener un mínimo de comprensión lectora.

     Y con ese mínimo de comprensión lectora el periodista(los periodistas) de turno sabrían que no se trata de que las jugadas dudosas las mire "por si acaso", sino que el árbitro del VAR rectifique aquellas decisiones que sean "errores flagrantes", es decir, que a simple vista el árbitro de la cabina vea el error, no que necesite 10 minutos para comprobar si ha sido penalti y aun así teniendo dudas le pase "el muerto" al árbitro para que la revise.

     Y el penalti a Vinicius no entra en ese criterio, ni hubiera entrado tampoco en el caso de que Munuera Montero hubiera visto penalti.

     En los programas de televisión en los que se ha visto la jugada no se ve con claridad si Rulli toca el balón inmediatamente antes de que se produzca el derribo o si es el brasileño el último en tocar el balón, y si viéndolo en casa, tras 10 repeticiones, no somos capaces de ponernos de acuerdo(evidentemente hablo de los que vivimos de nuestro sueldo, no del resto), hemos de convenir que no se trata de una jugada "con error claro y flagrante" sino de una jugada dudosa en la que el VAR no interviene, y además tiene prohibido intervenir.

     Anoche me tenía que reír escuchando a un famoso locutor deportivo diciendo que "puede que Rulli toque el balón, pero es porque lleva un guante muy gordo" lo cual rozaba lo surrealista.

     Y es que se detecta el miedo. Nuestro compañero y amigo, Miguel Angel Ruiz, presentador de El PENALTI, dijo hace años que con el VAR el Real Madrid sufriría para entrar en la Champions, y probablemente entre los miembros del otro periodismo, el de comilonas en restaurantes de lujo y de sobres con felicitaciones en Navidad, se han dado cuenta y los campanarios de sus redacciones tocan "a rebato".

     Y han empezado una campaña para que no vuelva a repetirse un error asi, y cuando dicen así, se refieren a un error en contra de los suyos, un error que perjudique a los blancos.

    Han puesto a Munuera en el ojo del huracán como un día pusieron a otro en una diana para que su actitud cambiara.

     Ellos, como la reina  del cuento de Alicia primero dictan sentencia, que ya otros se reunirán para ajustar el veredicto.