Y AL TERCER DIA.....

     El sermón llevaba varios años preparado, escrito y corregido tantas veces que ya eran demasiadas. Iban cambiando la fecha, iban cambiando algunos nombres. Y a veces lo iban pasando a limpio porque el papel original estaba amarilleándose, y de llevarlo siempre encima se había arrugado.

     Hablaba de fin de ciclo, de la muerte del tiki-taka, del descubrimiento de un nuevo concepto futbolístico. De futbol moderno(y sobreimpresionaban  una carrera de Cristiano, una patada de Pepe, un despeje que pillaba a contrapié a un defensa).

     Ya no se estila, decían, como María Dolores Pradera en su canción. Es algo del pasado. Ese fútbol esta muerto. Y el ejemplo era el Chelsea, el Real Madrid y su turco del Audi,o el propio Milán que en Italia había logrado un 2-0 que lo ponía imposible.

     Algunos ya habían encargado grabar la Champions actual, ya la veían en su imaginación, luciendo en el museo. Y trataban de darles algo de brillo a las antiguas, oscurecidas por el tiempo.

     Y varios periodistas, con su bufanda blanca al cuello, acudían al entierro luciendo una sonrisa cínica, para gritar: El Rey ha muerto. Viva el Rey. Y con disimulo abrian el sobre para contar el interior.

     Les parecía que el enfermo, por dos derrotas perpetradas por los Mallencos de turno, ya no iba a levantarse. Estaban convencidos de que sus mentiras iban a ser creídas por todo el mundo. Y hay que reconocer que muchos llegaron a creerles, resignados.

     Y al tercer día, resucitó.

     Y dio una lección de futbol, de correr, de desmarcarse, de pasar y presionar, de defender y atacar, sobre todo atacar. Una lección de coraje, de unidad, una lección de trabajo y voluntad. Un vendaval mezcla de esfuerzo y sufrimiento, de belleza y perfección.

     Y el oficiante interrumpió su sermón con cara de pocos amigos. Se le atragantaron los párrafos que hablaban de fin de ciclo, como cada año, los párrafos que hablaban de Platinatos(viendo al turco el otro día es difícil pronunciar sin reírse la palabra honestidad) y los párrafos, estos ya totalmente amarillos, que hablaban de la décima.

     Viendo al Barça resucitado, viendo a Messi marcando esos dos goles, su abrazo con Villa, el penalti a Pedro no señalado, el espectáculo de 90 minutos de  exhibición, pensar en entierros era arriesgado, cuando no ridículo.

    Querían sustituir al Rey por un simple lacayo disfrazado. Querían cambiar al ballet clásico de Moscú interpretando Cascanueces, por un grupo de figurantes con el baile del caballo(que consiste en dar coces y correr ), sustituir la Magia por el truco de un trilero, los sueños por los ronquidos, la poesía por los gritos, la metáfora por el insulto chabacano el ohhh de admiración por un bostezo.

     No se estila, gritaba desaforadamente el oficiante, mientras veían las carreras de Cristiano, los pisotones de Pepe y los penaltis inventados. Y los espectadores, al ver el milagro, dejaron  de mirar al oficiante, y se dedicaron a aplaudir los 4 goles.

     Y el oficiante se guardó su papel  arrugado. Y prometió vengarse


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     Mientras, en el Olimpo de los dioses, Themis, volvía a sonreír.