EL ARTE DE LA GUERRA(SUCIA)

     Decia Sun Tzu que el arte de la guerra, entre otras cosas, está basado en el engaño, en la mentira. Es imprescindible, viene a decir, irritar al enemigo, no darle descanso ni tregua y si sus fuerzas están unidas, no se debe escatimar en gastos para separarlas.

     Y da la sensación de que, en determinada prensa madrileña y madridista(como la chica del 17 que cantaban nuestras abuelas, “de donde saca, pá tanto como destaca”) muchos han tenido que hacer un cursillo acelerado sobre el tema.

     Llevan años, los unos y los otros, de caza, de persecuciòn, obedeciendo las órdenes del amo y esperando y recibiendo la caricia, a veces acompañada de un premio, más o menos suculento.

     Empezaron con las sospechas de dopaje(el instigador sigue en la misma emisora, en lugar de estar en Alcalà Meco que sería lo normal), lo aderezaron con sospechas de villarato y de sobornos arbitrales, (alguno podría escribir un libro sobre el tema ) y recibieron con alegría la filtración de Hacienda sobre  fraude fiscal (que algunos convirtieron de presunto en hecho delictivo, sin respetar nada que tuviera relación con el estado de derecho)..

     Ahora se incorpora El Mundo con una nueva falsedad, con una nueva noticia interesada. Ahora, es el padre de Messi el acusado de blanqueo de dinero para la droga, y ya puede decir la Guardia Civil que es mentira, que algunos mantienen su nivel de perversión del lenguaje, con tal de hacer méritos para el siguiente reparto de bufandas.

     Los cazadores dicen que un buen perro de presa es el que persigue la pieza y no la suelta,  y el que obedece al amo sin importarle la orden, y hay que reconocer que la caza y la guerra a veces tienen puntos en común.

     De ahí vienen las filtraciones interesadas, las denuncias(de algun quintacolumnista infiltrado entre la masa culé), los insultos, los desprecios, los reportajes, las entregas de premios inventados con datos que desconocemos, las intentos de enfrentarle con Neymar,en un ataque combinado de gente que vende su alma al diablo y prostituye su profesión, convirtiendo el periodismo, el suyo en un oficio muy antiguo, en lugar de una profesión noble, que brindaron con la lesión de Messi aunque se les quedó un rictus de tristeza al saber que sólo serian 6 semanas(mi gozo en un pozo, rumoreaba alguno).

     Tipos que cuando el Barça arrasaba en el extranjero,cuando ganaba y convencia al mundo entero, cuando fuera de nuestras fronteras se quitaban el sombrero ante ese estilo de fútbol, ante los éxitos del equipo, ellos seguian culpando al estamento arbitral(tambien a los extranjeros) de los triunfos, que les hacían daño en lo más profundo y que eran incapaces de disimular.

     Tipos que ahora, en un ataque combinado(yo me encargo del villarato, tu hablas de Hacienda y aquel que se invente lo de las drogas, que a nuestros lectores algo les quedará) buscan aburrir a Messi y a su familia, y que valoren si marchándose a otra liga ganarian tranquilidad

     Y para ese ataque también aprovechan la munición que el propio Rosell, con su sonrisa bobalicona y sus abrazos indiscriminados les suministran, o la que un importante cargo de la directiva les facilitó al decidir que Messi “un señor al que le hemos renovado hace 6 meses” está muy bien pagado.

     La inacción de una junta directiva voluntariosa pero torpe, incapaz de poner encima de la mesa lo que hay que poner cuando te atacan, temerosa de que los insultos aumenten proporcionalmente al grado de desprecio que les demuestren a esos medios, no sabemos si comprados o entregados a su propio fanatismo.

     Y ocultan, en un “totum revolutum” que la U.E. investiga a los suyos por haber comprado al Ayuntamiento (presuntamente) unos terrenos por menos de medio millón, y vendidos (al mismo Ayuntamiento) por 22 millones un par de años después, algo que de ser cualquier empresa el sujeto de la transacción calificariamos de muchas maneras posibles, pero en ninguna de ellas como decente.

     Saben que la calumnia no suele ser castigada, y que en caso de condena, el padre siempre tiene un hueco para ellos.

     Y ellos confian en él. Como hicieron otros, ¿verdad, Jesús? ¿Te acuerdas, Carlos?