
Por parte madridista, los mas capacitados(Pepe no estaba) para el sistema táctico por excelencia de Mourinho, el llamado “leña al mono y a correr”, que Arbeloa en los primeros minutos, Essien mas tarde y Xabi Alonso siempre que pudo, pusieron en practica mientras el colegiado sacaba tarjetas amarillas al Barça en cada falta cometida.
Por parte azulgrana, una sinfonía inacabable de pases, intercalando algún pase a Pinto que fueron los momentos de mas peligro blanco, balones que ya iban por medio campo volvían al portero para que, cuando ya parecía que iba a perderla ante el delantero local, acababa en pies de Piqué o Puyol, que ya sin nadie delante volvían a dársela al portero como si el objetivo fuera que los azulgranas que veíamos el partido nos tomáramos las pulsaciones por si corría peligro nuestra integridad.
Antes del partido, y viendo que era una eliminatoria con vuelta en nuestro terreno, muchos hubiéramos firmado un empate con goles, dejando la solución en nuestro estadio, con 90.000 gargantas animando(que digo yo que a este partido acudirán los socios),con un césped bien cortado, y regadito para que la pelota(que parece de las que regalaba Nivea para la playa) vaya de un lado a otro y nuestro juego pueda superar al del rival.
Pero viendo cómo se desarrolló el partido, el trallazo al larguero de Xavi, la oportunidad del mismo Xavi que sacó Varanne, la de Pedro que parecía imposible fallar, el fuera de juego que se invento el linier cuando Messi se quedaba solo, y el gol del central francés que viene de un córner que no era, el empate no sienta tan bien como en la previa.
Y del arbitraje, no siendo de los peores(los culés ya nos conformamos con poco) fue como siempre, casero, permisivo, injusto y perjudicando casi siempre al mismo. Baste decir que en la caverna,los de la yihad mourinhista (amaras a Mou sobre todas las cosas ) no han protestado ninguna jugada mas allá de una mano de Alves que cae de espaldas sobre el balón y que solo un enfermo mental que dice de Alves que tiene encefalograma plano veía como penalti.
Permitió a Arbeloa pisar al rival, se negó a sacar amarilla a Cristiano por su puntapié a Alves, permitió sin tarjeta un pisotón de Essien que pudo haberle costado caro a Jordi Alba, no vio(o no quiso ver) una mano de Carvalho en dos ocasiones, ni las faltas de Khedira y sobre todo las de Xabi Alonso que como en cada clásico, estaba en todos los charcos,y siempre con la mano suelta.
Sin embargo, el aragonés estuvo pendiente de señalar casi las mismas faltas que tarjetas al FCBarcelona. Seguramente porque si un arbitro fuera honrado y sacara todas las tarjetas que merecen los jugadores en el campo, el Real Madrid no acabaría nunca con 11 y en mas de una ocasión tendría que suspenderse el partido por las citadas expulsiones. Y hay que mantener el negocio,que de eso viven también ellos.

Ahora hay que olvidarse de la leche derramada(al fin y al cabo el resultado es muy bueno) y preparar la liga, que en Valencia sufriremos. Y aprender de los errores. Un gol vale igual regateando al portero que chutando antes de que se coloque.
Es el momento de ser prácticos, sin dejar de hacer ese futbol maravilloso. Y en la vuelta Messi aparecerá mas motivado.
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