Una semana más me permito rescatar el editorial que ayer escribí para "El Penalti", un programa del que me siento muy orgulloso de formar parte.
A VUELTAS CON EL ESTILO
A algunos se les llena la boca hablando de aquel estilo del Barça cuando se pasaron años criticándolo.
Muchos de los que defendían otro estilo, el
de correr y robar, ahora se pònen exquisitos, se disfrazan de periodistas
honrados (aunque se les asoma la bufanda por la camisa) y se atreven a criticar
el nuevo estilo.
Algunos de los que defendian a Mourinho y
que hasta le dieron su apoyo público en su agresión a Tito, esos que defendían
el barriobajerismo y la lucha en el barro, cuando aquel estilo culé era el
santo y seña de la casa, ahora se
escandalizan vestidos de plañidera por
un gol al contraataque, y criminalizan el buen fútbol tan solo por despecho.
Llevan una liga de 7 y parece fácil que
nosotros alcancemos la sexta de 8 en ese mismo período, y necesitan justificar
cada campaña, cada cambio de ciclo que nunca
llegó a producirse, cada programa rindendo culto a un dios llamado
villarato que ellos mismos inventaron , explicitando el más leve error
favorable al Barça y escondiendo las imágenes que los dejarían con la ropa
interior por los suelos y la cámara enfocada por detrás.
Se niegan a aceptar que la filosofía es la
misma pero que se han modificado(para mejorar) algunos hábitos, que el espíritu
es el mismo aunque los matices lo hagan mucho más práctico.
Y prefieren mentir(que esta en su ADN)
hablando de tonos despectivos en su contra los que viven precisamente del
desprecio, y son capaces de minusvalorar
el futbol de Pep y de aquel Barça porque con Xavi e Iniesta cualquiera es capaz
de hacerlo, algo tan absurdo como pensar que cualquiera de nosotros sabríamos
dirigir a la sinfónica de Viena gracias a la calidad de los músicos y a la
claridad de las partituras.
Son como un triste homenaje a la simpleza,
viven en un permanente “sostenella y no
enmendalla”, una oda al “calumnia que
algo queda” porque saben que es mucho
más facil engañar a la gente que conseguir convencerla de que la han engañado.
Y ellos en engañar tienen varios cum laude.