EL VOMITO DE USSIA

     He de reconocer que a mi, Afonso Ussia no me ha hecho ni puta gracia nunca. Ni sus libros llenos de personajes almibarados que suelen basarse  en ridiculizar a una estirpe de la que él, en el fondo forma parte, ni sus articulillos que le permiten vivir sin tener que madrugar.

     Recuerdo que se presentó un par de veces para presidente del Real Madrid y que en ninguna de las dos le votaron más allá de sus amigos y algún despistadillo que le daba las gracias por el boli o que lo recordaba de esos artículos excesivamente mordaces e insultantes, que tiene en su punto de mira a todo el que no comparte su anticuada vision politica,  pero que tienen su público objetivo en el medio en el que los publica.


     El otro día, intentando ser gracioso(que es como si Mourinho quisiera ser amable) se pasó de frenada. Tanto leer y navegar por blogs afines y se confundió de insulto. Los ultras blancos llaman Nandrolono a Pep Guardiola y enano hormonado a Messi, y Ussía los confundió y metió la pata, y lo que es peor, los suyos lo jalearon tanto que no quiso sacarla, para demostrar su nivel. Y ya se sabe quienes son los suyos. Compañeros de vómito, colegas de insulto, camaradas de odio e idolatría.

     Un artículo, complementando a otros dos el mismo día, impropios de alguien que estuvo a punto de terminar una carrera(varias veces), de alguien que, por poco no consiguió llegar a ser licenciado.


   Cita a Ruben Dario sin ninguna gracia, como cualquiera pueda citar a Quevedo  y pensar que  si le hubiera conocido tal vez le habria dedicado aquellos divertidos "érase un hombre a una nariz pegado, érase un elefante boca arriba", y con su cita nos escupe su torpe rima, a la altura de sus libros, contaminando al medio que le permite publicar esos insultos hacia alguien que tiene tanto talento jugando al fútbol que despierta en los corazones de algunos rivales una gran envidia.

     La envidia es mala consejera, y el Sr. Ussía, casi abogado y casi periodista(o eso dice la Wikipedia)  puede que necesitara recuperar algo de prestigio, y tal vez pensara que insultando a Messi, diciéndole que se dopa y que toma hormonas(ojalá hubiera hormonas para el crecimiento de las neuronas, habría cola en las farmacias), llamándole tramposo y drogadicto iba a conseguir algo más de fama, un huequecito en el corazón de los suyos , o un asiento en el palco del Bernabeu.

   
     Al fin y al cabo insultar a Messi es el deporte nacional en las tertulias blancas, y para algunos llega a ser casi balsámico insultarle. Escupir la bilis, que se acumula y puede ser grave,  sobre el mejor jugador del mundo ahora que lo ven algo más débil, da puntos y te garantiza lecturas y hasta tal vez un puesto en una tertulia a quien lo insulte con mas vehemencia.

     Yo tenia apenas 14 años cuando leí "La venganza de D.Mendo" por primera vez.  La obra de D. Pedro Muñoz Seca, el tío de Ussía. Ahora entiendo aquello de que el talento no se hereda.

     Y hoy me apetecía salirme de mi prosa, no siempre acertada, e imitar a D.Pedro en unos versos. Copiados, adaptados y completados, extraidos de la citada obra. Espero que sepais perdonar mi simpleza en alguna rima, pero me apetecía este ejercicio, adaptar estos versos, para contestar  al tal Ussia.

-Nada puedo contra vos
que estáis, Alfonso, muy alto,
pero usar a Leo de burla
de insulto, mofa y escarnio
me obliga modestamente
a pensar: "Qué mentecato"

Qué bajo caíste, Ussia
qué bajo, Alfonso, qué bajo
si D.Pedro te leyera
veria con desagrado
que el talento no se hereda
ni hacia arriba ni hacia abajo.

Si en nuestra junta blaugrana
hubiera gente de antaño
de vestirse por los pies
y que hicieran su trabajo
(como en D.Mendo aquel rey
contesta a  quien le ha insultado)
irias delante del juez
y  diría nuestro abogado:

"Prueba Alfonso lo que dices
y si no logras probarlo
que quien corresponda juzgue
tu miseria al afirmarlo"

El torreón del Barça sueñas derribarlo
disfrazado de uno de los Quiñones
( los cuatro parecian estar locos)
buscando con tu vomito cercarlo.

Y como dijeron aquellos infanzones
para asaltar aquestos torreones
4 "Quiñones" son ciertamente pocos
Alfonso, te hacen falta más "quiñones".


PD: La primera fuerza que mueve el mundo es la mentira. De ella viven muchos.