
La diferencia en el campo fue que los de Simeone saben a lo que juegan y los blancos no saben , como en el chiste del gallego en una escalera de caracol, si suben o si bajan.
Ancelotti planteó un esquema en pretemporada prometiendo jugar al ataque, no imitando ese futbol que hizo el Barça de Guardiola, pero al menos teniendo el balón, dominando, agobiando al rival y ganando por aplastamiento y ese era el motivo de gastar 200 millones de nuevo y de cambiar a tantos jugadores.
Sin embargo, a la hora de la verdad, Isco, que era el nuevo Zidane, no puede con los galones de sustituir a Ozil, Benzemá es muy flojo en lo importante, marcar goles, aunque sea un gran jugador, Cristiano, al margen de faltas inventadas y penaltis paranormales, solo lleva 4 goles, y parece menos jugador cuando lo obligan a regatear o a tener la pelota sin metros para correr, y en el centro del campo, unos dias aparece Modric que era la quintaesencia del futbol, y un rato mas tarde es Illarramendi (casi 40 kilos, 5 menos de lo que sacaron por Ozil) quien organiza el juego blanco.
Y se habla de crisis,y los que estaban como locos para seguir dando besos a las fotos de Mou(físicas e imaginarias, en público y en privado) ya están afilando las guadañas, expresando su dolor por la pérdida del ser amado(o la marcha entre ofendido y enfadado) y rememorando a Jorge Manrique con lo de que “cualquiera tiempo pasado fue mejor (en el caso de éstos el tiempo pasado solo es, o aquel en el que ganaban copas de Europa por la patilla o estos tres años últimos en los que ganar no ganaban pero estaba “el puto amo” para satisfacer en ruedas de prensa el orgullo blanco).
Ni se resuelve el problema en la porteria, ni se puede evitar que en cada partido en casa con Diego López hayan encajado algùn gol. La defensa, esperando a Varanne, no parece la de hace poco(y gracias a que los colegiados se ven incapaces de hacer cumplir el reglamento, que si lo hicieran...), Ozil ha demostrado al marcharse lo importante que era, y lo poco que lo valoraban los que cuentan por camisetas vendidas la importancia de un jugador, y arriba dejarle toda la responsabilidad a Cristiano, sin nadie que le de un pase último, lo deja todo al albur de una jugada individual o de un “error” del Muñiz de turno.
Enfrente el Atleti del Cholo no se dedicó a las florituras, como los legionarios romanos se dedicaron a la lucha, bajaron al fango, y allí fueron más valientes que los rivales. Perdonaron ocasiones para haber hecho historia, sufrieron a última hora, pero se llevaron los puntos y rompieron, como en la final de la copa del Rey, con otro mito, con tanto chiste de niños de 15 años, y dejaron de ser “el pupas” para volver a ser un grande.
Es dificil explicar como sufrimos los culés viendo el partido, en una noche en el que nuestro corazón se disfrazó de rojiblanco, y recordamos a Sabina, cosa complicada porque la mayoria ni hemos ido al Calderón ni al Metropolitano, y mucho menos con ningun papá ni abuelo cogidos de la mano,, pero también nos emocionamos viendo el partido, y de habernos sabido el himno hubiéramos podido cantar ese estribillo que dice:
-Que manera de aprender, que manera de vivir, que manera de vencer, que manera de sufrir .
Ayer me encontré por la calle a un amigo, muy del Atleti, y me dio un abrazo. Sabia que ese sábado habíamos compartido colores, habíamos disfrutado al mismo tiempo, y habíamos gritado el gol con la misma fuerza.
Y viendo al rival, peleado, roto, dividido, se me quedó en los labios su frase, que he escogido para el título:
QUE MANERA DE PALMAR